Durante años Lea di Leo ha sido la protagonista de las noches calientes de muchos italianos, que la miraban en televisión anunciando entre jadeos un servicio de sexo telefónico. Ahora esta estrella del porno patrio, cuya filmografía incluye títulos como Dispuesta a todo o Las tele-putas, es la pesadilla de políticos, futbolistas, y hasta un obispo.
Todos ellos se habrían ido a la cama con la actriz X y ahora los detalles de sus encuentros sexuales con la reina del porno están saliendo a la luz.
A sus 33 años Lea di Leo ha tenido una vida sexual agitada. Hace un par de años decidió escribir un libro con sus memorias de cama en el que contaba con nombres y apellidos, con pelos y señales (y hasta con nota final) cómo le había ido con los varios cantantes, periodistas, futbolistas, senadores y demás vips, entre los que se incluye el señor obispo que se presentó a la cita con un crucifijo sobre el pecho.
La actriz entregó su manuscrito a una pequeña editoral siciliana cuyos responsables, en vez de publicarlo, se dedicaron a chantajear a una treintena de aludidos, exigiendo a cada uno entre 10.000 y 40.000 euros para quitar sus nombres.
Di Leo se acabó percatando de lo que sus editores se traían entre manos y les denunció. El juicio ha arrancado. El problema es que está saliendo a la luz todo aquello que las víctimas, los supuestos compañeros de correrías de la actriz, estaban tan empeñados en mantener oculto.
La mayoría reniega de ella. «No la conozco de nada», asegura el senador Mario Baldassarri, ex viceministro de Economía. «Dice que ha estado conmigo, pero en realidad estuvo con una persona de mi equipo», alega el cantante Gianluca Grimagni. «Conocí a Di Leo hace un par de años en una fiesta, pero ni siquiera cruzamos una palabra», sostiene el futbolista Marco Borriello. Y así suma y sigue.
«Los futbolistas son los mejores... entrenan mucho en la cama», asegura la estrella porno, que esta misma semana ya ha acudido a declarar y anuncia que en breve publicará (esta vez de verdad) su autobiografía sexual.
«Hay a quien le va el sexo rápido en plan conejo viviente, el gran tocador de tetas, el que se excitaba con los animales. Algunos son bisexuales. Un actor una vez se presentó con un amigo que le preparó hasta el punto de ponerle el preservativo», dice la actriz calentando motores.
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