A un lado un billete para Valencia, donde iba a ser la chica de la parrilla de Fernando Alonso. A otro, una larga fila de chicas esperando en un casting para ser chica Martini. El tren sale. Se acaba el tiempo. «Me voy», dijo. Antes de cruzar la puerta, una mano la agarra. «No te puedes ir, que te cuelen. No se puede ir la mejor», le dijo el fotógrafo. Y la colaron. Pasó la prueba y llegó a la Fórmula 1. Aquel día de junio, Bárbara González selló su billete para ser la primera chica Martini española. Será la imagen de esta bebida en todos los eventos y campañas de la marca a nivel internacional durante 2013, año en que la firma celebra su 150 aniversario.
«Estoy emocionada. No he podido dormir en toda la noche. Toda la vida viendo en la televisión a esas chicas y pensando 'yo quiero ser ella' y ¡ahora soy yo!», cuenta González a este diario, asimilando aún lo ocurrido. Fue proclamada chica Martini el lunes por la noche en Milán. Es la primera mujer española en representar la imagen de Martini a nivel mundial. Un trono que antes han ocupado mujeres de la talla de Charlize Theron y Monica Bellucci.
González ha cambiado la barra de la gimnasia rítmica por la barra de Martini. Fue miembro del equipo español de gimnasia rítmica varios años. Participó en los Juegos de Atenas y Pekín. Quedó lejos de las medallas, pero obtuvo un diploma. Las ocho horas diarias de entrenamiento no dejaban tiempo para mucho, pero en las horas libres soñaba con pasarelas y sesiones de fotos. «Siempre me gustó lo de ser modelo, pero no tenía tiempo». Tras dejar la gimnasia centró sus esfuerzos en labrarse un futuro como modelo, que ahora tiene asegurado.
Sus amigos la llamaron tras ver en la televisión que se buscaba a la chica Martini. Madrid, Ibiza, Milán. Pasarela a un cambio radical. «Seguro que me va a cambiar la vida, pero va a ser algo bueno».
Su elección despierta más expectación que ninguno de sus ejercicios de gimnasia. Duro, pero real. Es su particular medalla de oro. «Cada vez que lo pienso, no me lo creo». Este domingo pasado la llamaron para decirle que era una de las finalistas. Cuando descolgó, no dejó ni que hablaran. «Empecé a gritar. Imagínate que me dicen que no estaba seleccionada, menudo palo».
Ha sido elegida de entre más de 3.500 candidatas de 23 países. En la final, González se enfrentó a otras seis candidatas, procedentes de Portugal, Rumanía, Estonia, Lituania, Georgia y Kazajistán.
El jurado la eligió porque considera que encarna mejor que nadie los valores de la marca: «Luck is an Attitude» (La suerte es una actitud). «Me gusta el lema porque me siento muy identificada»
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