Muchas horas de entrenamiento mental y no pocas recompensas en forma de refrescos han logrado que Jianhui, un mono de cinco años de edad, controle una mano robótica con el pensamiento. El animal pudo mover los dedos biónicos de forma instantánea al recibir instrucciones a través de sensores conectados en su cerebro, llegando a manipular objetos.
El experimento, realizado por científicos la Universidad de Zhejiang, en la provincia china de Zijingang, supone un avance en un campo destinado a mejorar las prótesis de amputados y ofrecer en el futuro alternativas de movilidad a millones de personas con lesiones de médula espinal.
Jianhui no sufrió ningún accidente y tiene intactas sus extremidades.
Los investigadores se las inmovilizaron durante las pruebas, conectando sensores a su cerebro para controlar las 200 neuronas con las que emitía órdenes de movimientos básicos. El equipo investigador cree que se trata sólo del principio: en el futuro esperan ampliar a miles el número de neuronas motoras que envían información a prótesis robóticas, permitiendo controlar de forma mucho más precisa movimientos mecánicos a través del cerebro.
«Los movimientos de las manos están asociados a cientos de miles de neuronas», ha explicado Zheng Xiaoxiang, la directora del proyecto en la Universidad de Zhejiang, al recordar las dificultades a las que se enfrenta. «Las órdenes que producimos todavía están lejos de la verdadera flexibilidad de los dedos humanos, de su complejidad y su perfección». Zheng, que espera que algún día sus trabajos ayuden también a controlar los temblores en enfermos de Parkinson, ofreció a Jianhui un trago de refresco cada vez que interpretó correctamente las señales que se le enviaron, convirtiéndolas en movimientos concretos.
El éxito del trabajo se añade a investigaciones previas realizadas por científicos americanos que en 2008 consiguieron que unos monos movieran con la mente brazos robóticos diseñados en la Universidad de Pittsburgh.
El equipo entonces dirigido por el profesor de neurobiología Andrew Schwartz hizo que los macacos visualizaran el movimiento que posteriormente debían realizar, moviendo la prótesis con un joystick. El equipo chino ha ido un paso más adelante y ha logrado que el animal pueda realizar el mismo ejercicio sin tener la mano biónica en su campo visual ni utilizar mandos o botones.
El experimento forma parte de una ofensiva del Gobierno chino para situar a sus investigadores en el liderazgo de la ciencia, especialmente en campos que en el futuro podrían ofrecer grandes retornos económicos. Desde el programa espacial a la clonación, y desde la robótica a la biología, los laboratorios chinos han visto como sus trabajos se publicaban cada vez más en revistas de prestigio. Un estudio realizado el año pasado por la Royal Society preveía que los chinos habrán sobrepasado a EEUU en publicación de avances científicos en 2013. «China ha superado ya al Reino Unido para situarse en segundo lugar», destacaba el instituto británico.
Los logros chinos no han estado exentos de polémicas, incluidas denuncias por el maltrato de animales en experimentos. La imagen del mono Jianhui inmovilizado, encerrado en una vitrina de cristal, con la cabeza cubierta por un gorro y conectado al brazo robótico a través de cables ha generado una polémica inmediata en la Red. Decenas de internautas acusaron a los investigadores de «torturas» y pidieron la liberación del macaco.
«Ese mono tendría que estar en libertad en su hábitat y no con el cráneo abierto y lleno de cables en el cerebro», decía un internauta en uno de los comentarios publicados en el portal de tecnología ALT040.
HIJOS DE PUTA.
ResponderEliminar