Un vuelo de Ryanair que cubría la ruta entre la ciudad británica de Bristol y Reus (Tarragona) se vio obligado ayer a aterrizar en el aeropuerto de El Prat (Barcelona) debido a un problema técnico detectado por los pilotos en pleno vuelo.
El avión, con 170 pasajeros a bordo, aterrizó en Barcelona alrededor de las 19.20 sin que ningún pasajero sufriera herida alguna, poco después de que el comandante de la nave advirtiera a la torre de control de la incidencia, cuya naturaleza y gravedad aún se desconocían . Según confirmaron fuentes del aeropuerto de El Prat, el suceso obligó a activar la prealerta local de nivel más bajo por parte de Protección Civil, desactivándola en cuanto la nave tomó tierra sin problemas.
Este suceso se suma al largo archivo de incidentes que acumula la compañía irlandesa de bajo coste -el último esta misma semana, con tres heridos leves en un vuelo a Palma de Mallorca- y que la mantienen enfrentada al Gobierno, que amenaza con retirarle la licencia y endurecer las sanciones.
Y otros tantos vuelos con incidentes que no salen a la luz, hace unos días yo mismo recibí un email de una seguidora de este blog que me contaba que había sufrido verdadero pánico en un vuelo de Ryanair el pasado jueves desde Almería a Madrid. Me contaba que el avión sufrió unas tremendas turbulencias que no eran normales, la gente se echo a llorar y cundió el pánico,aún acostumbrada a viajar esta lectora, decía que jamás había visto algo tan inestable. Ya está bien de que la gente se juegue la vida de esta manera, señores no viajen con Ryanair, no vale la pena ahorrarse unos euros.
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