Deborah Stevens una mujer de Nueva York ha sido despedida después de ayudar a su ex jefa de la empresa Atlantic Automotive Group,para que pudiera recibir el riñón que necesitaba para seguir viviendo.
Stevens era consciente de que su ex jefa necesitaba ese riñón y le ofreció el suyo,su jefa Brucia lo rechazó pero le dijo: "nunca sabes, igual te tomo la palabra un día'", explica Deborah en la demanda.
El riñón no resulto ser compatible con el de su jefa,pero ella lo donó a un hombre de Missuri y esto hizo que las listas de espera se agilizaran y Brucia pudo recibir antes el riñón de otro donante.
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| Deborah |
Después de la operación Deborah tuvo problemas con los nervios de una pierna,también tuvo problemas digestivos e incluso mentales.
La operación se realizó en Agosto y tardó un mes en recuperarse y poder volver a su puesto de trabajo,al incorporarse Brucia se había vuelto brusca con ella y se le recriminó que se tomara esos días por enfermedad.
No contentos con esto fue trasladada a otra oficina de la misma empresa situada a 50 kilómetros de su casa y en un barrio un tanto marginal,entre los compañeros de la empresa consideran estos traslados como ``castigos´´.
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| Deborah y Brucia |
Pero el pasado 11 de Abril Deborah fue despedida de su trabajo basándose en bajo rendimiento laboral,por lo que a puesto una demanda ante la División de Derechos Humanos,que será seguida por otra federal contra Brucia y la propia empresa.
La empresa ha declarado que "Es desafortunado que una empleada use un gesto generoso propio para efectuar un reclamo sin sustento".
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