15 julio 2014

Victoria Beckham como diseñadora es un desastre

¿Quién puede captar mejor el espíritu de las prendas para la mujer moderna, un diseñador o una diseñadora? Esa fue una de las preguntas candentes en torno a los desfiles de la temporada de otoño-invierno 2014 en Nueva York. En el mundo de la moda se dice que las mujeres diseñan para sí mismas y los hombres para complacer a sus madres. Tal vez las cosas no sean así de sencillas.

Han pasado 40 años desde que Diane von Furstenberg creara su famoso wrap dress, un vestido envolvente en la época álgida de Studio 54. Por motivo del aniversario y dado que se acaba de inaugurar una exposición en Los Ángeles sobre esta prenda, The Journey of a Dress, el icónico modelo de la diseñadora se ha convertido inevitablemente en la inspiración de la línea para el otoño. Su título lo dice todo: Bohemian Wrapsody. "Me di cuenta de que me venían a la mente bailarinas rusas y sus pequeñas rebecas", explicó la diseñadora entre bastidores. 

Parecía haber estampados por todas partes, con medias lunas blancas salpicando el suelo negro del desfile. Solo los 15 vestidos dorados del final, bañados por confeti del mismo color, tenían un aspecto decididamente lujoso. Diane von Furstenberg diseña para ella misma, pero tiene muchas seguidoras que comprenden y aprecian cómo fusiona lo femenino y lo enérgico.

Por otra parte, Derek Lam crea prendas para mujeres fuertes que quieren texturas y colores sorprendentes en un vestuario coordinado. Sabe cómo dar el toque justo de importancia y el detalle a su línea de calle contemporánea. En su colección de otoño, el lujo ha sido clave y el color ha estado muy presente. La sensualidad también tuvo cabida en el desfile gracias a los cortes en la parte frontal de varios vestidos que dejaban entrever un poco de piel. El diseñador transmite a las prendas de uso cotidiano otra dimensión a través de las texturas y los colores.

Thakoon Panichgul explica que encontró la inspiración para su colección de otoño en el pintor americano Cy Twombly. Esto le llevó a crear efectos artísticos, como las flores fucsias que destacaban sobre el fondo azul eléctrico de la pasarela. Entre bastidores, el diseñador también mencionó la Patagonia, que tal vez le sirvió de inspiración para sus jerséis de lana y las capas entalladas a los hombros. Los tejidos habían sido tratados para proporcionar a los abrigos y a las chaquetas un efecto de espesor. Presumiblemente intentaba mostrar la imagen de una mujer moderna con un lado tan tierno como otro duro. Las prendas eran bonitas, pero ninguna destacaba por su fuerza.

Victoria Beckham cumple 40 años esta primavera, aunque resulte difícil creerlo al ver a esa mujer joven que saluda a su marido futbolista, David, y a sus cuatro hijos. Sus colecciones han evolucionado desde la discreción. Los abrigos sastre de esta temporada, holgados y que se abrochan con cadenas doradas, recordaban a Céline, pero algo fallaba en la silueta. 

Quizá ahora que la diseñadora cuenta con una segunda línea, Victoria, se tome la colección original con más seriedad. Se vieron algunos detalles de gran fuerza: múltiples pliegues cayendo por la espalda o una serie de bolas de tela colgando en torno a las rodillas. ¡Muy Alta Costura! Aunque es posible que los clientes de la Sra. Beckham quieran ver prendas más sexys y menos sofisticadas.

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