18 junio 2013

Tippi Degré, la hija de la selva


Creció en compañía de un elefante, al que consideraba su hermano, y un leopardo, que se convirtió muy pronto en su inseparable compañero de aventuras. Durante 10 años, Tippi Degré vivió rodeada de animales salvajes en plena selva africana como Mowgli, el protagonista de El libro de la selva, del escritor británico Rudyard Kipling. 

«Tuvo una infancia extraordinaria en África», explica su madre, Sylvie Robert, que inmortalizó algunos de esos momentos con su cámara junto a su ex marido, también fotógrafo profesional. «Estaba en paz con los animales. Les hablaba con sus ojos y su corazón», añade en declaraciones al Daily Mail. 


Tippi nació en Windhoek, la capital de Namibia, y no tardó en acostumbrarse a la vida en libertad en la selva africana. Disfrutaba corriendo entre las dunas del desierto, jugando con elefantes, leones, leopardos, serpientes, monos o avestruces y cazando con los bosquimanos sin más ropa que un diminuto taparrabos. 
Pero al igual que Mowgli un día tuvo que regresar al «pueblo de los hombres» y dejar atrás esa vida salvaje en la que había sido tan feliz junto al oso Baloo y la pantera negra Bagheera, Tippi tuvo que separarse de la que consideraba su familia. «Su primera reacción fue sentirse asfixiada por la falta de espacio en la ciudad. Me decía: ‘Mamá, las calles entre los edificios son muy estrechas. No puedo ver el cielo’», recuerda su madre, que decidió volver a su país natal en 2000 y establecerse en París. 


La vuelta a la civilización no fue nada fácil para Tippi, acostumbrada a la vida salvaje. Además, sus padres se separaron y el pequeño universo en el que se había sentido protegida se desvaneció. «Hasta ese momento, habíamos estado juntos día y noche. Ella no podía entender que su vida en África hubiera terminado», explica Sylvie.

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