
Georgia tuvo que someterse a una intervención quirúrgica y estuvo sometida a una estricta dieta controlada por los especialistas y llegó a perder casi 100 kilos. Pero después en su casa volvió a perder el control y recuperó todo el peso que había conseguido dejar. Ha hecho algunas declaraciones a un periódico británico en las que asegura que intenta comer sano pero que en el estado en el que se encuentra no puede cocinar y que algunas semanas se encuentra bien pero otras semanas como la pasada, se alimentó mal.
``La comida me pierde, no puedo abrir un paquete de galletas y comerme solo una, me las como todas´´
Su obesidad le trae muchos problemas de salud y uno de ellos es una peligrosa infección en las piernas que le causa fuertes dolores.
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