21 enero 2013

Una niña palestina gana el primer premio en un concurso de inteligencia en Malasia



Para Areej El Madhoun fue su primer viaje en avión. El pasado mes de diciembre esta joven palestina de 14 años voló hasta Kuala Lumpur para participar en la Competición de Inteligencia Mental-Aritmética celebrada en Malasia, un concurso internacional para jóvenes talentos en el que cada dos años se dan cita los mejores cerebros del mundo y en el que Areej se hizo con el primer premio. 
Tan sólo dos semanas antes, durante la ofensiva militar israelí de noviembre, la más grave desde 2009, pasó ocho días de pesadilla y bombardeos en el campo de refugiados del norte de Gaza en el que nació y en el que sigue viviendo con sus padres y sus tres hermanos. 

«Cuando anunciaron que yo era la ganadora estaba tan abrumada por la emoción que lloré muchísimo. Antes del concurso lo pasé muy mal, sobre todo durante la reciente guerra israelí en Gaza», señala Areej, que estudia en una escuela del campamento de refugiados de Jabalia. Se trata de uno de los 243 colegios que la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA) tiene en la Franja de Gaza. En ellas estudian 218.048 niños y niñas. Hasta los siete años, las aulas son mixtas. 


«Ganar el primer premio ha sido una victoria para Palestina. Me sentí muy orgullosa de llevar la bandera de mi país», añade Areej, que participó en el concurso junto a otros 22 jóvenes palestinos (12 de ellos procedentes de Cisjordania y la otra mitad de Gaza). Fue precisamente otra niña palestina, Dania Al-Jabari, de 11 años, la que se hizo con el segundo premio de este concurso internacional. Dania procede de Hebrón (Cisjordania) aunque, a diferencia de Areej, no vive en un campo de refugiados. 

En Malasia, donde pasaron dos semanas visitando el país, Areej se impuso a los otros 2.500 participantes de hasta 15 años de edad procedentes de diez países. En ocho minutos fue capaz de resolver 182 complicadas preguntas. El programa de esta competición se basa en una técnica llamada Both-Hand Abacus Mental-Arithmetic, un método de enseñanza que consiste en calcular usando simultáneamente los dedos de las dos manos, de modo que se estimulan el lado izquierdo y el derecho del cerebro. Los niños, aseguran los defensores del método, resuelven las cuestiones matemáticas con velocidad y precisión. 


Las matemáticas son la asignatura favorita de Areej, junto al árabe y el inglés, idioma que también practica en casa con su padre, que es profesor de esta lengua en una escuela de UNRWA. 
Centrada en sus estudios, afirma que dedica su tiempo libre a memorizar el Corán y a leer poesía. También le gusta dibujar y bordar, una actividad que su madre le enseña desde los siete años. 

Pese a sus aptitudes para las matemáticas, Areej pretende dedicar su vida a la medicina, un objetivo que tiene desde niña: «Me gustaría ser cirujana porque hacen mucha falta en Gaza, sobre todo, en el campo de la neurocirugía. Desde que era pequeña sueño con llevar una bata blanca, y mi familia me anima mucho para que intente cumplirlo», afirma.

1 comentario:

  1. todas las niñas del mundo deberían ser felices,de la misma forma als niñas palestinas,sin duda mas oprimidas por autóctonos e invasores.Con el tiempo,ya mujeres,contribuiran al futuro de sus países y a frenar guerras y demás atrocidades,porque,por genética,son mas comprensivas y tienen mejores sentimientos que los hobres (claro,hay excepciones)

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