Stav Strashko el modelo andrógino más sensual del momento

Un polémico anuncio de 31 segundos le ha lanzado a la fama. En realidad, el final del spot, que confirma aquello de que las apariencias engañan. La modelo avanza hacia un sofisticado Toyota Auris rojo, con una sugerente ropa interior del mismo color y una altura de vértigo. Pero, al llegar al coche, se gira y provoca el asombro. No es la sensual mujer que cualquier espectador intuía, sino un hombre. Ella es él. O él es ella. Llegado de la fría Ucrania, Stav Strashko es el modelo andrógino más sensual del momento. 

Nacido en 1992, ha pasado prácticamente toda su vida en Israel. Se declara muy feliz en Tel Aviv, la ciudad más transgresora de Oriente Próximo. «Es fabuloso vivir aquí. Es una ciudad abierta las 24 horas», explica el joven que fue descubierto a los 17 años por el estilista israelí Elad Baron en la Plaza Dizengoff de la ciudad israelí. 

Como asegura al diario Maariv, «me dí cuenta de que era andrógino cuando empecé a trabajar como modelo. Desde siempre me pusieron ropa femenina y parecía una mujer. De niño jugaba con el maquillaje de mi madre cuando no estaba en casa». 

La infancia de Strashko fue dura. Sobre todo a partir de los cinco años, cuando le abandonó su padre. Hace unos meses, Facebook hizo el milagro restableciendo la comunicación entre ellos. «Tenemos ahora una gran relación y ha aceptado cómo soy, andrógino, un hombre que viste como una mujer. Ignora a los que le dicen que su hijo es maricón», relata. 

La polvareda mediática que ha desatado el anuncio de coches que protagoniza amenaza con cambiar su vida. Su ambigüedad sexual le convierte en centro de atención, algo vital para un suculento contrato en el extranjero. Hasta la fecha, no podía ganarse la vida sólo como modelo, profesión que compagina con el trabajo en una cafetería. 

«Siempre me han confundido con una mujer, por lo que ya estoy acostumbrado. La mayoría me dice que me opere y me convierta en mujer. Pero no lo voy hacer. A la gente le cuesta entender que no sea ni mujer ni hombre. A veces me sale la voz de hombre. Muchos intentan ligar conmigo porque ven una tía buena», afirma reforzando su posición en la mitad de un camino que le conduce a las principales pasarelas y firmas de ambos sexos. 

El israelí-ucraniano destaca que no es el primer andrógino famoso y recuerda a Andrej Pejic posando con un vestido blanco de Gaultier. 

«Estoy muy cómodo con mi cuerpo. La mente ve lo que quiere ver», dice, y concluye revelando un sueño parecido al de muchos jóvenes, con o sin androginia: vivir en un lujoso ático de Nueva York.