El hombre, un norteafricano y unos 30 años de edad se había escondido como polizón en un avión en el aeropuerto londinense de Heathrow. Por lo visto el hombre se escondió en la zona del tren de aterrizaje y lógicamente cuando el avión alcanzó una altura considerable el hombre se congeló debido a las bajas temperaturas así tuvo la ``suerte´´ de que cuando se estrelló contra el suelo ya estaba más que muerto.
Uno de los testigos del impacto del cuerpo contra el suelo pudo testificar que “es increíble. La primera cosa que pensé cuando vi el cuerpo fue que había caído desde una gran altura”.
Desde luego este tipo de cosas solo se le podría haber ocurrido a un negro, no hay que ser muy inteligente para saber que cuando el avión hubiese alcanzado cierta altura la temperatura sería muy baja y por lo tanto moriría.
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