Cuando Sabino Méndez dio un portazo al grupo Loquillo y Trogloditas en 1989, el germen de la reconciliación ya estaba en sus venas. El carismático cantante le obligó a hacer las maletas en una decisión que dejó al rock español en estado de shock y sin uno de sus tándems más emblemáticos, tal es el calado de himnos como Cadillac solitario, Barcelona ciudad, Rock suave o Chanel, cocaína y Don Pérignon.
La heroína se cruzó en el camino del hoy portavoz de la Junta Directiva de la Sociedad General de Autores y Editores. El sex, drugs and rock and roll, que cantaba Ian Dury, en todo su esplendor. La situación se hizo insostenible justo cuando la banda se hallaba en la cresta de la ola. El doble álbum en directo ¡A por ellos...! que son pocos y cobardes así lo atestiguaba.
Pero esos caminos bifurcados estaban llamados a reencontrarse desde que, hace unos seis años, fue Loquillo quien rompió el hielo al invitarle a actuar en la gira de su CD Balmoral.
Las diferencias entre ellos, plasmadas en las memorias Corre, rocker -publicadas por el compositor hace ya más de una década-, quedan ahora ¿definitivamente? aparcadas con el anuncio de un próximo álbum juntos, según confirmó ayer mismo la voz de Su nombre era el de todas las mujeres, su colaboración con el poeta Luis Alberto de Cuenca.
De forma instantánea, Twitter echaba chispas. Y no era para menos porque hace 24 años que ambos no grababan.
Además de las letras de Sol y de Balmoral, la colaboración clave fue que el guitarrista se unió a Loquillo cuando dio la campanada al actuar como telonero de Rolling Stones en 2007.
«Entraremos en el estudio en marzo o en abril. Y las canciones serán totalmente nuevas, no nos hemos planteado recuperar ninguna vieja», explica el propio Loquillo, quien comenzará a presentar en breve un programa sobre motos en el flamante canal televisivo Discovery Max.
Esta nueva aventura conjunta no se podrá poner en marcha hasta que termine la gira A solas del cantante, con escalas hoy en Oviedo, el viernes en Mondragón (Guipúzcoa), el sábado en Barcelona, el 3 de febrero en Ávila, al día siguiente en Salamanca, el 10 en Lleida, el 11 en Albacete, el 13 en Valencia, el 20 en Madrid, el 23 en Málaga, el 24 en Jaén, el 25 en Almería, el 7 de marzo en Valladolid y el 10 en Zaragoza.
«Varias generaciones han crecido con nuestras canciones, de modo que sabemos que esta reunión era una noticia muy esperada», puntualiza Loquillo. ¿Estaba cantado (nunca mejor dicho) que las espadas dejarían de chocar algún día? «Hombre, el código rocker tiene estas cosas, y los dos lo tenemos», dice el inconfundible icono que se hizo popular hasta entre los niños gracias a su look.
Por si acaso, se afana en rematar: «Quienes han escrito y cosechado tantos éxitos en los años 80 están condenados a repetir. Por eso, nuestra intención es hacer un disco contundente, claro. Y sin mirar al pasado». Lo dice porque no tardaron en multiplicarse en internet las opiniones que hablaban de que esta reunión se presenta con tintes jurásicos y con la nostalgia exacerbada por bandera.
Pero Loquillo maneja los tiempos a su antojo y apenas avanza detalles acerca de qué tipo de material van a grabar. «Ya os enteraréis, aunque de momento lo que sí puedo decir es que no será un disco intimista, ni en plan chanson. Será un álbum de rock and roll, como no podía ser de otra forma». ¿Habrá gira posterior? Sus fans se relamen ante la perspectiva.
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