15 enero 2012

Hoy lloverá,pero chatarra


Fobos-Grunt
 Una lluvia de chatarra cósmica caerá hoy en algún lugar de nuestro planeta, cuando los restos de la fallida sonda rusa Fobos-Grunt reentren en la atmósfera. Es muy difícil predecir con precisión el punto exacto donde caerán los fragmentos de la nave, pero la Agencia Espacial Rusa, Roscosmos, aseguró ayer que el impacto probablemente se producirá cerca de las costas chilenas, en torno a las 19.51 (hora española).

Los expertos rusos aseguran que el riesgo de que se produzcan daños personales es mínimo y confían en que el combustible y el material radiactivo se desintegrarán al entrar en contacto con la atmósfera. Según sus cálculos, entre 20 y 30 piezas con un peso total de 200 kilogramos sobrevivirán a la reentrada de la nave, que fue lanzada al espacio el pasado 8 de noviembre con destino a Fobos, una luna de Marte de la que debía traer 200 gramos de muestras. Un fallo técnico impidió que alcanzara la órbita adecuada y provocó el fracaso de esta misión, en la que Rusia ha invertido 120 millones de euros.

Fobos-Grunt
 Precisar dónde caerá es una tarea compleja, así que Roscosmos ha delimitado una vasta zona comprendida entre los 51,4 grados de latitud norte y los 51,4 grados de latitud sur. Es decir, desde Londres al extremo sur del continente americano. La Agencia Espacial Europea (ESA), por su parte, coordina la campaña internacional para vigilar la reentrada de la nave.



ISS
Desde que en 1957 Rusiapuso en órbita su primer satélite, se han producido unos 5.000 lanzamientos y nunca se ha registrado ningún herido por la caída de la llamada basura espacial. Se trata de restos de satélites y otros artefactos que cuando quedan inutilizados o hacen explosión, permanecen vagando por el espacio y en algunos casos vuelven a entrar en la atmósfera.




 Aunque la amenaza que representan para los habitantes de la Tierra es muy pequeña, sí suponen un peligro para los astronautas y pueden dañar los satélites activos. Actualmente hay más de 700.000 fragmentos mayores de un centímetro, de los que 19.000 superan los 10 centímetros.

La Estación Espacial Internacional (ISS), situada a unos 400 kilómetros de la Tierra, ha tenido que corregir su órbita en varias ocasiones ante la amenaza de chocar con escombros. La última vez fue el pasado viernes, debido al riesgo de colisión con un fragmento de un satélite de EEUU.

Heiner Klinkrad
Sin embargo, el hecho de que hasta ahora no haya habido que lamentar daños personales no significa que no pueda haberlos: «Siempre existe un riesgo, aunque éste sea extremadamente bajo», explica Heiner Klinkrad, jefe de la Oficina de basura espacial de la ESA. «En el caso de Fobos-Grunt, la probabilidad de que haya víctimas (por ejemplo, heridos graves) entre los 7.000 millones de ciudadanos que viven en la zona delimitada, es del orden de uno entre 3.000», asegura. «Si traducimos esto al peligro que representa para una persona, éste es en varias magnitudes inferior a los riesgos cotidianos que asumimos cuando conducimos un coche o realizamos tareas domésticas», añade.



En cualquier caso, es complicado averiguar dónde impactará la nave, incluso cuando esté a punto de caer: «24 horas antes de la reentrada podemos excluir algunas zonas del planeta. Las predicciones finales que se hacen cuando la nave va a completar su última órbita (una hora y media antes de la reentrada en la atmósfera) permiten indicar el lugar con un margen de error de unos 8.000 kilómetros».
Fobos-Grunt es el tercer artefacto que cae a la Tierra en cuatro meses. En septiembre impactaron en el Océano Pacífico unos 300 kilogramos de chatarra procedentes de UARS, un satélite inutilizado de la NASA de 5,5 toneladas. Un mes después cayó otro satélite, esta vez alemán. Los restos de ROSAT, inutilizado desde 1999, quedaron sumergidos en el golfo de Bengala, al norte del Océano Índico. Según calcula el profesor Klinkrad, el riesgo que representa Fobos-Grunt es similar al de UARS y un 25% más bajo que el de ROSAT. «Lo habitual es que sólo llegue a la superficie terrestre entre el 20 y el 40% de la sonda. El resto se quema. Debido a los materiales usados para construir Fobos-Grunt, se espera que menos del 2% de sus 13,5 toneladas de masa alcancen la Tierra», señala Klinkrad.
Satélite UARS

  
Satélite ROSAT
  










Las agencias espaciales son conscientes de que se trata de un problema creciente y trabajan conjuntamente para evitar daños.Pero lo cierto es que siguen sin haber mecanismos legales para combatir su  proliferación  ni instrumentos para destruir los fragmentos más peligrosos.En poco más de 50 años,el hombre ha logrado convertir el espacio en otro basurero.



No hay comentarios:

Publicar un comentario