27 mayo 2015

El payaso de McDonald´s despedido

"Tras 14 años he cogido cariño al personaje, el público es muy receptivo y lo das todo". J.G.B. es un actor y mago que en el año 2000 se encontró con el papel de su vida, aunque en ese momento no lo sabía. 

La Asociación de Licenciatarios del Sistema McDonald’s en España, que aglutina a todos los franquiciados, lo contrató para representar el payaso Ronald McDonald en aquellas fiestas y eventos que fuese reclamado. 

De esta forma se pasó 14 años recorriendo España, además de actuar en Gibraltar o Andorra, a veces con largos viajes en pocos días que cruzaban toda la península. 

"Hacíamos entre 110 y 120 actuaciones en todo el año, concentradas sobre todo en junio, septiembre y diciembre, cuando hay vacaciones escolares", explica el actor, que vio cómo a finales del año pasado la empresa decidió poner fin a su contrato el mismo día que actuaba en Figueres.

"La excusa fue una reducción presupuestaria, que sería algo temporal, pero me quedé sin dinero para comer o afrontar gastos como el pago de la hipoteca". 

Por eso decidió demandar a la asociación que lo había contratado ya que consideraba que había trabajado durante 14 años como un "falso autónomo", es decir, como un empleado por cuenta propia pagando el Régimen de Autónomos pero con una "situación de dependencia de la organización empresarial" ya que por los numerosos encargos que tenía, además de los desplazamientos que le obligaban a recorrer España en un día, provocaba que sólo pudiera trabajar para los franquiciados de McDonald’s.

La demanda, que se tramita en el Juzgado Social número 32 de Madrid, indica que el despido de J.G.B. es "improcedente" y por eso reclama que al actor se le reconozcan los mismos derechos que a un trabajador y se le pague una indemnización de unos 70.000 euros, teniendo en cuenta los últimos salarios y el tiempo que llevaba facturando. 

El abogado del demandante, Ibán Fernández, afirma: "Se ha engañado a mi cliente haciéndole creer hasta el último momento que seguía trabajando para la empresa cuando lo han despedido de un día para otro sin ningún tipo de indemnización".

En respuesta a este diario, McDonald’s España informó que "no tiene ninguna vinculación con el asunto laboral" que afecta al demandante y añadió que "la Asociación de Licenciatarios del Sistema McDonald’s en España confirma que no ha recibido ninguna notificación de demanda por parte de la persona que ha prestado sus servicios profesionales como autónomo hasta la finalización de su contrato laboral el 31 de diciembre de 2014, por tanto no puede hacer comentarios".

Para apoyar su reclamación, el demandante aportó el contrato que firmó en el 2000 y que destaca que debía "seguir estrictamente en sus actuaciones las directrices y normas" de la asociación. 

Detalla que tuvo que formarse en Estados Unidos y en Portugal para hacer el papel, conocer técnicas de animación o aprender a maquillarse "con un alto nivel de exigencia", además de recordar que le daban un guión muy detallado sobre lo que tenía que decir en sus actuaciones o los trucos de magia que debía hacer, y de ahí no podía salir, ya que la imagen de McDonald’s era lo más importante. También le dieron la música que debía poner y el disfraz.

En este sentido J.G.B, que ahora tiene 55 años, indica que entre "la normativa estricta" que debía cumplir no sólo afectaba a sus representaciones sino que debía cuidar sus gestos, no hablar mal, evitar los enfrentamientos e irse si le provocaban o no revelar su identidad ni poner en su currículum que había trabajado como Ronald McDonald’s. 

"El actor-animador habrá de conducirse en todo momento con absoluta corrección en sus expresiones orales y mímicas, para que antes, durante y después de las actuaciones se mantenga la elevada reputación y buena imagen que ostenta el personaje", detalla el contrato. 

Según cuenta el demandante hace años había 11 personas que se encargaban de dar vida al payaso en las diversas actuaciones aunque con la crisis ha disminuido el número de encargos de los franquiciados, que tenían derecho a dos o tres al año, por lo que ahora quedan tres actores que se encargan del papel. También indicó que habitualmente los llaman para fiestas infantiles, eventos deportivos, cabalgatas de reyes, Carnaval y visitas a colegios, residencias de ancianos u hospitales.

"Han sido 14 años repartiendo educación, sonrisas y buen humor en lugares donde hace mucha falta, cuidando al máximo una marca y dando una imagen con un cuidado exquisito. Esto les he dado yo y éste es su agradecimiento", destaca J.G.B., que consiguió el trabajo gracias a su formación como mago y tras pasar unas pruebas de selección hace 14 años. 

Además, ha sido actor e ilusionista en cruceros, en programas y series de televisión y en pequeños teatros pese a que durante una época compaginaba la interpretación con su trabajo como funcionario. Precisamente, tener aprobadas unas oposiciones le ha permitido conseguir empleo en una oficina de empleo. Allí tendrá otra oportunidad de hacer feliz a su público.

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