05 enero 2015

Ya no quedan hombres elegantes

Estoy feliz de ver que la elegancia masculina ha vuelto a ponerse de moda.» Así de contento se muestra el diseñador Giorgio Armani al comprobar el regreso del hombre clásico a la pasarela. «El grunge no fue un buen momento para mí. La elegancia es la clave para tener un look atemporal. Atribuyo mi éxito a haber permanecido fiel a esta filosofía», continúa. 

Un gusto por la distinción que es palpable no sólo en sus colecciones de moda, sino también en su línea de belleza. «No hay que obsesionarse con el aspecto físico. Los hombres con más estilo son aquellos que parecen no haber hecho el menor esfuerzo para estar guapos», asegura. Un consejo de belleza que parecen seguir al dedillo los embajadores de dos de sus fragancias más emblemáticas: Armani Code Sport y Acqua di Gio. Una pareja de adonis que encarnan el ideal estético másculino de la marca: la seducción, representada por Chris Folz, imagen de Code Sport; y la naturalidad del hombre Gio. 

«Ser sexy es una cuestión de confianza en uno mismo. Es un estado mental y físico», apostilla el diseñador, que nos da su propia receta de belleza: «La gente dice que parezco 20 años más joven. Cuando me preguntan cuál es mi secreto, respondo que se trata de un tema de genética. Mi madre murió a los 90 años, pero parecía tener 65. También hay un factor de autodisciplina: no irse a la cama demasiado tarde, no beber demasiado, no fumar y entender y manejar tu interior». Y concluye: «Puedes conseguir lo que te propongas, como cantaba Mick Jagger. Es cierto que me gustaría ser más alto y tener una gran nariz, pero hay que aceptar las cartas que te han tocado y manejarse lo mejor posible con ellas».

«Para mí, la seducción consiste en hacer que la otra persona pierda el control de sus inhibiciones y que no pueda resistirse al deseo.» Una definición que el modelo Chris Folz, imagen de las fragancias Armani Code y Armani Code Sport, pudo comprobar en carne propia durante el rodaje del anuncio de este último perfume, en el que comparte plano con la actriz Megan Fox. «El rodaje fue maravilloso. Los escenarios eran preciosos, al igual que Megan. ¿Quién no querría estar en mi lugar? Mi novia se puso celosa», confiesa el modelo. Con la ciudad de Los Ángeles como testigo («Me gusta esta urbe porque todo es cine, estrellas y alfombra roja», asegura Giorgio Armani), Folz y Fox sucumben a la tentación. «La vida sería muy aburrida sin seducción. Está claro que conlleva un elemento de riesgo, pero también requiere inteligencia», confirma Armani.

«El hombre 'Acqua di Gio' fue concebido como una especie de Apolo de nuestro tiempo. Se dice que fue este dios quien guió a unos marineros de Creta en forma de delfín, y como tal representa el espíritu armonioso, poderoso, refrescante y puro de esta fragancia», explica Giorgio Armani. Esta imagen del hombre y el mar fue la inspiración para la creación de este perfume, que refleja el espíritu de la isla de Pantelleria (al sur de Italia), donde el modisto tiene su residencia de veraneo. 

«Existen algunos perfumes que van más allá de las consideraciones de las tendencias y los cambios caprichosos de la moda. Acqua di Gio es una fragancia que fue creada para trascender las nociones del tiempo, y tengo el gusto de decir que se ha convertido en un verdadero clásico», confiesa el diseñador. El modelo que recrea este ideal de belleza es Lars Burmeister, fotografiado para la ocasión por Peter Lindberg. «La interpretación de Peter es ligeramente más sencilla y sensual que las imágenes de Herb (Ritts) de mediados de los noventa», concluye Armani.

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