09 marzo 2012

Las plumas del Microrraptor.


Un equipo de investigadores chinos y estadounidenses han conseguido revelar el color y el patrón detallado de las plumas de Microrraptor, un dinosaurio con cuatro alas y del tamaño de una paloma que vivió hace 130 millones de años, al comienzo del periodo Cretácico. El plumaje fosilizado de este dinosaurio, que tenía tonos negros y azulados, como los cuervos actuales, es la más antigua evidencia conocida de plumas iridiscentes en la evolución. El hallazgo, publicado en Science, sugiere la importancia de la puesta en escena en la temprana evolución de las plumas. 




«Este estudio nos aporta una visión sin precedentes sobre cómo era este animal cuando estaba vivo», dice Mark Norell, uno de los autores del artículo, en un comunicado emitido por el Museo Americano de Historia Natural. «Ha habido muchas especulaciones sobre cómo estaban orientadas las plumas de Microrraptor, y sobre si estaban orientadas de tal forma que creaban superficies de sustentación para el vuelo o estaban dispuestas para que lucieran de forma mejor para el cortejo sexual. Lo que hemos conseguido ahora es, en primer lugar, descubrir qué color tenían las plumas. Y, más importante aún, comprobar que Microrraptor, como muchas aves modernas, usaba sus plumas ornamentales para emitir señales visuales, que tendrían una función social», añade Norell. 

Norell

Aunque su anatomía es muy similar a la de las aves, el género Microraptor (pequeño rapaz)pertenece a dinosaurios no aviares y se sitúa en el grupo de los dromeosáuridos, el mismo al que pertenecen los conocidos y cinematográficos Velocirraptores. Sin embargo, su tamaño era muy inferior. Debía pesar un kilo y su envergadura no pasaba de 50 centímetros, como una paloma actual. El fósil empleado para el estudio provenía de un yacimiento en el noreste de China y está datado en 130 millones de años. 

«Hay suficientes registros de fósiles de aves y plantas como para saber que el Cretácico era un mundo lleno de color, pero ahora hemos ampliado esa visión sumándole la presencia de ejemplares como Microrraptor, el primer dinosaurio que mostró colores iridiscentes», dice Ke Qin Gao, investigador de la Universidad de Pekín y coautor del trabajo. 

Pero, ¿cuál ha sido la técnica empleada para adivinar el color de las plumas partiendo de un fósil monocromo? La clave está en un método que permite extrapolar la tonalidad de un objeto en base a la organización microscópica de su superficie. Hay que tener en cuenta que el color de las plumas de muchas aves actuales se debe en parte a la presencia de unos orgánulos microscópicos portadores de pigmento llamados melanosomas. Una estructura concreta de melanosomas se corresponde de forma constante con un color. 

«Hace sólo unos pocos años hubiera sido inconcebible vernos llevando a cabo un estudio así», asegura Ke-Qin Gao. Ahora, el conocimiento sobre qué es lo que produce el color, sumado a las nuevas técnicas de observación con microscopio de electrones, ha permitido deducir qué paleta cromática tenían las plumas de Microrraptor. Los paleontólogos han analizado el patrón de disposición que tenían los melanosomas en fósiles de plumas especialmente bien conservadas. Y han comparado estos patrones con los de los pájaros actuales. De esta forma, se puede inferir el color de las plumas de dinosaurios que vivieron hace millones de años. Hasta se puede adivinar si un color es atornasolado, porque esos brillos iridiscentes se producen por una particular organización de los melanosomas en capas apiladas. 



En 2010 los paleontólogos reconstruyeron por primera vez el color de las plumas de un dinosaurio. Lo hicieron con Anchiornis, que resultó tener tonos rojos y grises con un moteado blanco y negro. Y ahora lo han logrado con Microrraptor. Durante la investigación, compararon el fósil, conservado en el Museo de Historia Natural de Pekín, con una base de datos de aves actuales. El análisis mostró que este animal debía ser de un color totalmente negro y con unos ligeros brillos azulados, como son algunos córvidos actuales. 

«Los pájaros modernos usan sus plumas para distintos propósitos, desde volar, a calentarse o llamar la atención en rituales de cortejo nupcial», dice Matt Shawkey, uno de los autores de la investigación, de la Universidad de Akron (EEUU). «La iridiscencia está muy extendida entre las aves actuales y se usa frecuentemente en las exhibiciones previas al apareamiento. Lo que pensamos ahora tras estudiar el fósil de Microrraptor es que las plumas ya tenían esa función incluso en una época tan temprana de su evolución», agrega el investigador. 


Los científicos también han cavilado sobre la función que podía tener la larga cola del dinosaurio. Cuando fue descubierto, se pensó que tenía una superficie ancha y plana pensada para ayudarle a volar, pero la reconstrucción actual muestra que era muy delgada y con dos largas plumas como remate final. Creen, por tanto, que era ornamental y que evolucionó no con fines aerodinámicos, sino de relación social. 
Los autores consideran que, como ocurre hoy en día, la especie fue capaz de cargarse con un plumaje poco práctico para el vuelo, porque a cambio obtenía otros réditos: lucirse. Sería, por tanto, como el pavo real del Cretácico.

1 comentario:

  1. hey, encontre restos de una especie de roedor (es lo primero y mas reconocible de esto) pero con la cola un poco mas larga (lo que me hace pensar que a lo mejor ya era un roedor viejo o algo asi) pero lo extraño es que en su salea en ves de pelo tenia plumas (alcance a recoger algunas y aparte aun tenia otras en su piel) las cuales parecia que eran como de un ave pequeña y de color azul turquesa (mas o menos) blanco y negro. ojala puedas ayudarme a dar con esto wnnho@hotmail.com

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