El Schienenzeppelin fue un experimento construido por el ingeniero alemán Franz Kruckenberg en el año 1929. Se impulsaba mediante una hélice de madera y tenía el aspecto de un dirigible. Este curioso tren rompió los récord de velocidad para un vehículo sobre raíles en aquella época con una velocidad que superaba los 230 km/h. En 1939 fue desmantelado el único prototipo que se creo.
Cuando Franz Kruckenberg, este ingeniero alemán, empezó a pensar en construir este tren, su colega ruso Valerian Abankovsky ya había creado el Aerowagon que venía a ser la misma cosa. Pero en el régimen nacional socialista en el que se impulsaba mucho el desarrollo Kruckenberg desarrollo un tren con aspecto de dirigible pero increíblemente rápido.
Este reconocido ingeniero especializado en temas ferroviarios. Tenía ya diseñados algunos modelos, incluido el monorail, pero quería algo que pudiese competir con los aviones transportando pasajeros a gran velocidad. Realmente lo que buscaba era lo que hoy en día conocemos como trenes de alta velocidad, pero no contaba con imanes superconductores ni la alta tecnología que estos trenes utilizan, así que se apaño con lo que tenía a su alcance: un motor BMW de 6 cilindros alimentado por diesel utilizado en la industria aeronáutica alemana, y una hélice.
La forma de dirigible del tren no era nada al azar. Kruckenberg tenía calculado en base a la potencia, peso, y otros factores del tren que su invento se desplazaría tan rápido para que la resistencia del aire fuese un problema. Por eso eligió el perfil de los dirigibles y aviones.
No estaba equivocado. El 10 de mayo de 1931 estaba listo y empezaron las pruebas. Kruckenberg sabía que el tren haría historia. Después de reemplazar el motor por otro de la misma marca pero con 12 cilindros, en un ensayo sobre las vías que unen Hamburgo con Berlín consiguió alcanzar la velocidad de 230,2 km/h. Lo que le otorgó el récord mundial para un vehículo de raíles impulsado con diesel, record que estuvo imbatible durante más de 20 años. Su estructura era de aluminio para mantener tener el menor peso posible, unos 20.000 kg. Tenía 600 cv y un máximo de 40 pasajeros.
Medía aproximadamente como un autobús actual. Según algunos historiadores, no se fabrico en masa por su fragilidad y los problemas que creaban las hélices en las estaciones. Otros dicen que por las vías de la época, diseñadas para otro tipo de trenes lentos y pesados. Y al convencimiento de los responsables de dar el visto bueno que no necesitaban un tren tan rápido.
Fuese por lo que fuese, sólo se creo un prototipo. Probablemente estos trenes no hubieran tenido tanto éxito como los trenes de alta velocidad actuales, pero el trabajo de Kruckenberg no se debe olvidar. Gracias a la visión de estos ingenieros se hizo posible plantearse nuevas tecnologías, y gracias a eso disponemos de los transportes actuales.
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