18 diciembre 2013

Se lía en Cantora


Todo parecía calmado en el clan Pantoja hasta que el pasado jueves Kiko Rivera sorprendía con unos duros mensajes contra Alberto Isla y su hermana Isabel Pantoja Martín en su perfil de Twitter: «El comportamiento de mi hermana con mi madre es maligno, es una pena que una hija trate a una madre así. Lo que viene de camino es un NIÑO». 

Lo que pasaba horas antes de la publicación de los mensajes explica el arrebato de un Kiko Rivera que actuó enfadado y dolido al escuchar a una madre que entre lágrimas le suplicaba ayuda. 

El mismo jueves, 12 de diciembre, Isabel Pantoja recibió la confirmación del peor de sus temores; Alberto Isla y su hija estaban negociando una exclusiva en la que darían a conocer el sexo de su bebé. Una exclusiva con la que no estaba de acuerdo Isabel Pantoja, que siempre ha intentado mantener a su hija al margen de los medios de comunicación. 


Esa misma tarde Alberto Isla accedió a Cantora. Isabel Pantoja rogó al joven que desistiera de su idea, pero Alberto se negó y acusó a Kiko «de hacer caja a su costa» tras sentarse en el plató de Abre los ojos y mira, de Telecinco. 

Isabel Pantoja defendió a su hijo argumentando que Kiko se sentó para desmentir las numerosas informaciones que se estaban dando sobre él y su familia. Alberto no atendía a razones y la Pantoja le exigió respeto. 


En ese momento su hija decidió intervenir en la discusión, y espetó a su madre que se iba de Cantora para siempre y que se olvidara de ellos y de su hijo. La Pantoja suplicó a su hija que pensara en lo que estaba haciendo con su vida. Isa hizo caso omiso a esos ruegos y abandonó la finca junto al padre de su hijo. 

Desesperada, la tonadillera llamó inmediatamente a Kiko, que desde hace tiempo ejerce de cabeza de familia. El DJ, que se encontraba en una grabación en Madrid, llamó en varias ocasiones a Alberto, pero no obtuvo respuesta. Fue entonces cuando explotó y publicó en Twitter que su hermana esperaba un niño.

Entretanto, Isa y Alberto estaban en Sevilla disfrutando de la compañía de unos amigos en un local del barrio de Triana. Varios testigos los vieron disfrutando hasta bien entrada la noche entre sonrisas y gin-tonic. Allí, Alberto manifestó su intención de sentarse en un plató de televisión, cansado de la presión a la que está siendo sometido por la Pantoja y su hijo. 


A esa misma hora, en Madrid, Kiko se reunía en un céntrico hotel con su representante. El DJ escuchó sus consejos y decidió dar una versión oficial que distaba mucho de la realidad. Nueve horas más tarde, Kiko comunicaba públicamente que su cuenta de Twitter había sido hackeada: «Alguien con muy mala fe ha hackeado mi cuenta de Twitter destrozando así el corazón de mi hermana». 


Pero la bomba ya había saltado. Mientras, su madre templaba gaitas con Isa a la que convenció una vez más para que regresara a casa. Y fue sólo en ese momento cuando Kiko Rivera decidió dar la cara y admitir en el programa de Teresa Campos su culpa: «La he liado parda. 

He sido yo el que ha escrito lo de Twitter. Veo a mi madre llorar cada día. Mi hermana lo está pasando muy mal, está en una edad muy difícil. Además, veo a un novio al que ella adora, pero son demasiado jóvenes. Salté porque no tenía a nadie con quien desahogarme. 


Es muy difícil ser el cabeza de familia. Me he equivocado, soy humano. Les he pedido disculpas a los dos. Sigo creyendo en ellos y es mi hermana la que decide su felicidad». 

Por su parte Isabel Pantoja continúa sin ceder a las pretensiones de su hija pequeña y sigue sin dar el consentimiento para que venda su embarazo. La tonadillera sabe que la exclusiva valdrá una fortuna si ella aparece. Pero no está dispuesta. 


Una decisión que no ha sentado nada bien a Alberto Isla que sigue con su idea de hablar para un programa de televisión. El que sí hablará el próximo viernes en el Deluxe será Kiko Rivera. Habrá que esperar a la reacción de Alberto Isla y de Isa ante las palabras de su hermano.

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