A los 17 años se hizo la primera de las 16 operaciones para aumentar (o disminuir) los pechos. Once veces se ha retocado los ojos, seis veces se ha operado de la nariz y otras seis se ha inflado los labios. Se ha quitado dos costillas para parecer más delgada y se ha puesto implantes en los glúteos. Se ha operado dos veces para acortar los dedos de los pies y que puedan encajar en los zapatos de tacón…
A sus 34 años, con 71 operaciones de cirugía estética y 260 tratamientos, Alicia Douvall ostenta el título oficioso de la mujer más retocada del mundo. Más de un millón de euros asegura haberse gastado la ex modelo británica y adicta a los reality shows en las sucesivas transformaciones que la han dejado casi irreconocible.
Hace dos años dio a luz a su segunda hija, a la que llamó Papaya, y se asombró ante el «milagro de poderle dar el pecho» pese a todos los rellenos de silicona. El nacimiento de Papaya le hizo abrir de alguna manera los ojos…
«He llegado a un punto en que apenas puedo sonreír o mover los músculos faciales. Me cuesta mucho respirar por la nariz y necesitaría más intervenciones para arreglar los desperfectos causados por tantas operaciones. Pero quiero evitar a toda costa volver a pasar por el quirófano». Alicia Douvall se ha convertido precisamente en el rostro más visible de la campaña Stop The Cosmetic Surgery Cowboys, lanzada por el periódico Daily Mail para pedir cambios legislativos y reclamar una mayor seguridad para las pacientes de la cirugía plástica, que se ponen en manos de los cirujanos a edades cada vez más tempranas y sin haber pasado por una evaluación física y mental.
«Ningún doctor intentó nunca llegar a la cuestión de fondo, y mucho menos disuadirme antes de pasar por el quirófano», asegura Douvall. «Era muy fácil detectar mi obsesión , pero se ve que lo único que les interesaba era mi dinero». «Pasé por una larga depresión y fue finalmente mi psicoterapeuta quien insinuó que posiblemente tenía eso que llaman el Trastorno Dismórfico Corporal (TDC). Acabé en rehabilitación, y me trataron como a cualquier otra adicta. Lo reconozco: me hice adicta a las intervenciones estéticas, buscando un ideal que nunca iba a alcanzar».
«Doctor, quiero ser perfecta», era la consigna que la ex modelo repetía una y otra vez a los cirujanos plásticos. «Recuerdo que una vez, cuando era muy joven, llevé incluso una muñeca Barbie a la consulta para dejar claro a quién quería parecerme».
La ex actriz televisiva, que tuvo a su primera hija (Georgia) apenas cumplidos los 20, hizo carrera con sus múltiples transformaciones. En 2004 batió su propio récord con una operación o tratamiento a la semana. Y así hasta entrar en rehabilitación, protagonista del documental en el que narra sin escrúpulos su caída: Rehab: Alicia Douvall. Mientras, tuvo amoríos con el actor Mickey Rourke, con el cantante de Simply Red, Mick Hucknall, y con el baloncestista Dennis Rodman… «Algo verían en mí, aunque yo me seguía viendo fea. Y todo el dinero que ganaba me lo gastaba en operaciones», recuerda. «Pero yo seguí, convencida de que la siguiente operación iba a ser la definitiva».
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