El FBI anunció ayer el cierre de la web de descargas piratas con más visitas del mundo y arrestó a cuatro de sus responsables, incluido su fundador Kim Dotcom. Las autoridades les acusan de diversos delitos contra la propiedad intelectual. Megaupload tenía unos 50 millones de visitantes diarios y generaba un 4% del tráfico de la Red.
Megaupload llevaba seis años en el punto de mira de las autoridades. Pero su fundador Kim Dotcom siempre insistió en que su negocio no vulneraba la legislación. Una opinión que no comparte un gran jurado de Virginia, que a principios de enero ordenó cerrar el negocio y procesar a los siete detenidos por diversos delitos contra la propiedad intelectual.
De izquierda a derecha los directivos Bran var de Kolk, Finn Batiato,Mathias Ortmann y el fundado Kin Dotcom |
Por ahora las autoridades han arrestado a cuatro personas en Auckland (Nueva Zelanda). Entre ellos se encuentra Dotcom (37 años), que fundó Megaupload en 2005 y es el propietario de la empresa. Y también al programador holandés Bram van der Kolk (29 años) y a dos alemanes: el responsable de marketing Finn Batiato (38 años) y el técnico Mathias Ortmann (40).
El FBI ha ordenado la detención de otros tres empleados de la web de descargas: un eslovaco, un estonio y un alemán. La operación ha incluido la clausura de 18 dominios asociados con Megaupload, 20 órdenes de registro en nueve países distintos y la captura de servidores en las localidades estadounidenses de Ashburn y Washington, así como en otros lugares de los Países Bajos y Canadá.
El FBI ha intervenido activos por valor de unos 50 millones de dólares (39 millones de euros). Una cifra notable pero insignificante si la comparamos con el volumen de negocio de la compañía, que generaba ingresos ilegales por valor de 138 millones de euros y causaba a las productoras de contenidos daños por valor de 400 millones. Megaupload basaba su negocio y el de sus filiales en el intercambio de archivos y permitía a millones de personas subir vídeos personales y visionar series y películas sin abonar nada. Los responsables de la web solían justificar que su negocio era legal. Pero siempre estuvieron en el punto de mira de las productoras de contenidos, que consideraban el sitio digital como un centro de descargas ilegales de productos protegidos por derechos de autor.
En sus casi siete años de vida, Megaupload se ha enfrentado a requerimientos legales en Italia, Francia y Reino Unido. Pero ninguno tan grave como el del gran jurado de Virginia que ha ordenado su cierre y ha arrestado a sus responsables. A los siete procesados se les imputan delitos castigados con 50 años de prisión: 20 por conspiración mafiosa, otros 20 por lavado de dinero y hasta 10 por infringir la legislación de propiedad intelectual.
A los responsables de Megaupload se les acusa de ofrecer incentivos monetarios a sus usuarios más activos a cambio de descargar contenidos que elevaban el tráfico de la web. El FBI asegura que los detenidos pagaban a los usuarios a sabiendas de que infringían la ley y publicaban en su página los enlaces a sus webs. «Al notificarles el propietario de unos derechos que un archivo infringía la ley», explica el auto de procesamiento a modo de ejemplo, «los acusados dejarían sin efecto un solo enlace al archivo dejándolo a propósito en enlaces duplicados al alcance de millones de usuarios».
El cierre se produce unas horas después de que miles de webs en todo el mundo protagonizaran un apagón contra dos proyectos de ley del Capitolio contra la piratería en internet. Páginas como Google o Wikipedia protestaron contra los proyectos -Sopa y Pipa según sus siglas en inglés- por considerar que amenazan la neutralidad de la Red. Las productoras audiovisuales defienden, en cambio, la necesidad de endurecer la protección de la propiedad intelectual y amenazan con retirar sus generosas donaciones a la campaña del presidente Obama.
Los responsables de Megaupload no han emitido ninguna reacción tras su detención. Hasta ayer mismo aseguraban en su web que su negocio era legal.
Anonymous |
Por otra parte, la página web del Departamento de Justicia de EEUU quedó ayer fuera de servicio durante horas después de que el grupo de piratas informáticos Anonymous la bloqueara en protesta por el cierre de Megaupload. Los hackers atacaron también la web de la Casa Blanca. Anonymous corroboró anoche vía Twitter que los ataques son obra suya, como «represalia» por el cierre.
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