Alysia Montano ``puedo ser fuerte y al mismo tiempo mostrar mi femineidad con una flor en el pelo´´

¿Sutil reivindicación de la femineidad o sobresaliente truco de marketing? Alicia Montaño (aunque, como en inglés no hay eñe, en su país, EEUU, la conocen como Alysia Montano) se ha convertido en una de las estrellas del equipo olímpico estadounidense no sólo por sus posibilidades de llevarse una medalla-incluyendo la de oro-en los Juegos de Londres, sino por su afición a las flores. 

Montaño corre siempre con una flor en el lado derecho de su cabeza. Primero, era una flor blanca. Ahora, es amarilla. Pero, en las finales clasificatorias para los Juegos, el lunes, la neoyorquina fue un poco más lejos y apareció en el estadio de la ciudad de Eugene, en Oregón, con un ramo de flores que repartió entre sus seguidores. Montaño ganó. Así que nadie le puede discutir estar en Londres por pleno derecho. En realidad, la deportista ya debería haber estado en los Juegos de Pekín, en 2008. Pero una lesión se le interpuso de forma dramática. 

En enero de 2008, Montaño (cuyo apellido de soltera es Johnson), empezó a sentir dolor en un pie. Una resonancia magnética no detectó ningún problema, y ella continuó entrenando, hasta que pocos meses antes de las clasificatorias para los Juegos tuvo que abandonar una carrera en el Campeonato de Atletismo en pista de Estados Unidos en silla de ruedas. Ella atribuye la dramática lesión a su cabezonería. «He oído tantas historias de atletas que luchan contra las lesiones que no paraba de decirme que estaba actuando como un bebé», afirma en su muy elaborada página web. Lo cierto es que la lesión nunca fue muy bien explicada al público, pero acabó haciendo que la corredora, especializada en 400 y 800 metros lisos, tuviera que quedarse un año sin competir. Ahora, Montaño tiene la oportunidad de resarcirse. Por el momento, su amor por la floristería ya le ha asegurado un lugar significativo en el corazón del público estadounidense. 

Ella afirma que el floripondio en su cabeza es una manera de reclamar su femineidad y la de sus compañeras, aunque no consta que nadie la haya cuestionado. «Puedo llevar una flor en el pelo, mostrar mi femineidad y ser fuerte al mismo tiempo. ¿Por qué no? Las mujeres tenemos muchas agallas», ha declarado. Todo ello, sazonado con una perenne sonrisa y comentarios ensalzando las virtudes del trabajo en equipo y la fortaleza y nobleza de sus rivales. A falta de un mes para los Juegos, Montaño es a la agresividad de la alta competición lo que Mourinho al buen humor.