El 'bobsleigh' no tiene tradición en España, pero es de esas competiciones que si se sigue por televisión pueden hacer que no cambies de canal, aunque sea por unos minutos, por la espectacularidad que las rodea.Esta actividad pertenece a la Federación de Deportes de Hielo y también forma parte del programa olímpico de los Juegos de invierno. Lo practican hombres y mujeres que combinan fuerza, velocidad y agilidad para lograr ser los más rápidos a bordo de sus trineos.
Los suizos fueron los primeros en practicarlo alrededor de 1860. Utilizaban trineos y hacían carreras por las superficies heladas de distintas alturas y pendientes. Se deslizaban gracias a la gravedad y para mejorar, añadieron un tobogán.
A los turistas de dinero les gustaba mucho lucirse y para que no sufrieran lesiones se les ocurrió incluir un chasis que les protegía el cuerpo. En un primer momento los trineos eran de madera, pero se sustituyeron por los de acero.
En 1897 se fundó el primer club de bobsleigh en St. Moritz (Suiza) y su práctica se extendió por las estaciones de invierno de Europa. Aunque ya formaba parte de los Juegos de Invierno, hasta la década de los 50 del siglo XX no tomó forma como verdadera disciplina deportiva. En la actualidad, en la modalidad masculina existe la categoría de parejas y la de cuatro integrantes, y en la femenina, sólo la de parejas.
En el caso de los dos competidores, uno es el piloto y el otro el guardafrenos. En las pruebas de cuatro personas, se agregan dos empujadores. Para diferenciarse de los competidores, es esencial empezar rápido. Durante una prueba de 60 segundos, se pueden alcanzar los 135 kilómetros por hora.
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