Green House el fumadero de los famosos

El Green House Coffee Shop de Ámsterdam es un lugar flipante, en todos los sentidos de la palabra. La planta inferior de su sede central tiene un gigantesco acuario, separado de los pies de los visitantes mediante un cristal en el suelo que deja ver a los peces que nadan en él. Allí, como en todos los coffee shops de la ciudad holandesa, es legal la venta y consumo de cannabis. 

La diferencia, aparte de la ambientación más sofisticada, es que ahí uno se puede encontrar a Miley Cyrus, Rihanna, Pink, Snoop Dogg, Whiz Khalifa o Busta Rhymes. Desde hace un tiempo, el Green House se ha convertido en el fumadero de los famosos. Una reputación que su propietario, Arjan Roskam, exhibe orgulloso. 

Allí fue donde Miley Cyrus pasó las horas previas a la gala de entrega de los premios MTV European Music Awards (EMA), en la que se encendió ante millones de espectadores un porro, supuestamente adquirido en Green House. 

En aquella ocasión se la vio con su amiga, la modelo Cara Delevingne, pero el día anterior ya había pasado unas horas con el DJ y productor holandés Afrojack. De hecho, es tan frecuente su presencia que su foto preside el lugar dedicado a los parroquianos habituales. Roskam muestra públicamente la filiación de Cyrus con su local y le agradece, a ella, al Ayuntamiento de Ámsterdam y a la MTV, la publicidad durante los EMA. Respecto a la posible influencia dañina del gesto de Miley, afirma: «Lo que tengo que decirle a los chicos más jóvenes es que tengan mucho cuidado con el tabaco y el alcohol». 

Otra cuestión es la investigación abierta contra Miley por el incidente, ya que fumar cannabis en espacios públicos está terminantemente prohibido en Holanda. De hecho, muchos fumadores y defensores de la legalización de la marihuana han criticado a la ex estrella Disney por romper una de las reglas del fumador respetuoso. 

En cualquier caso, poco parece importarle a Roskam, que no es un personaje muy popular entre el gremio de la marihuana de Ámsterdam. Le acusan de sobornar a los jurados de las Cannabis Cup, competiciones en las que se premian variedades cuyas semillas serán superventas. Él, que se autodenomina el Rey del Cannabis y dice controlar el 25% del mercado mundial de las semillas, justifica su éxito con documentales en los que aparece buscando nuevas variedades por Colombia o Asia Central.