22 agosto 2013

Posible plagio de Robin Thicke


Tanto si han estado en la playa o en las fiestas de su pueblo, o en un festival de música, o incluso comprando berberechos en el supermercado, es bastante probable que se hayan topado con la canción en cuestión. Unos señores cantando, ora en falsete, ora susurrando, ora gritando «¡Hey, hey, hey!», pero siempre con un deje sexual. Si han pasado algún tiempo ante la televisión, también es plausible que hayan visto la versión edulcorada del videoclip, con los mismos señores, vestidos de traje y moviéndose entre unas señoritas ligeras de ropa que bailan y hacen el ganso a su alrededor. Pero si son ustedes mayores de edad y tienen una cuenta Youtube, una posibilidad más reducida que las anteriores, quizá hayan visto la versión sin censurar del citado videoclip, en la que los mismos señores siguen cantando y gesticulando, sólo que las chicas aparecen aquí con los pechos al aire, sólo cubiertas por un escueto tanga. A pesar de las restricciones y de haber sido retirada de Youtube durante un tiempo por su contenido explícito, la versión lleva 12,5 millones de visionados desde marzo. 

La canción en cuestión se llama Blurred lines y ha llevado a su autor, Robin Thicke al número uno en medio mundo, España incluida, donde encabeza la lista de singles desde la semana pasada. Sin embargo, el fantasma del plagio amenaza su éxito.

Resulta que la canción recuerda poderosamente a otra de Marvin Gaye, aquel maravilloso Got to give up que el genio de la música negra lanzó como single de 12 minutos en 1977. El cencerro que marca el ritmo, el deje sexual, el falsete y el jaleo de voces que acompaña el recitado de Gaye son muy similares a lo que se puede oír en Blurred lines. De hecho, Thicke nunca ha escondido su devoción por Got to give it up ni que fue su inspiración a la hora de hacer la canción junto a Pharrell Williams, productor del tema y uno de sus dos acompañantes masculinos en el tema (el otro es el rapero T.I.). 

Lo curioso ha sido la reacción de Thicke. El cantante ha interpuesto una denuncia preventiva contra la familia de Gaye después de que ésta declarase que Blurred lines «copiaba» el espíritu del tema de 1977. En la denuncia, compartida por Pharrell y T.I., acusan a los Gaye de querer apropiarse de todo un género y solicitan formalmente que no se les reclame ninguna compensación por derecho de autor «por haber creado un hit». 

Una jugada extraña, y más viniendo de quien viene. Porque, ¿quién es Robin Thicke? ¿De dónde ha salido este doble de Fernandisco? Lo primero, y más importante de todo, Robin es hijo del actor Alan Thicke, el padre (Jason Seaver) de la serie de televisión Los problemas crecen. Aparte de eso, era hasta esta primavera un cantante y compositor de medio pelo de soul y RnB blanco que, a sus 36 años, sólo había alcanzado un éxito moderado como colaborador de otras estrellas, como Usher, Lil Wayne y Christina Aguilera. También había participado como jurado en un reality televisivo de cantantes y poco más. 


Pero llegó el éxito, que en su caso le debe mucho al componente sexual. En primer lugar, por la letra, en la que se incluyen expresiones como «eres la zorra más buenorra de este lugar», o «te daré algo lo suficientemente grande como para partir tu culo en dos» o incluso «tu último novio era demasiado cuadriculado para ti, no le zurraba a ese culo y te cogía el pelo así, así que saluda a tu gran y auténtico chulo». 


Algunas voces feministas han ido más allá, argumentando que la canción hace referencia a transformar el rechazo de una mujer en consentimiento forzado a tener relaciones sexuales. En ese sentido, el título de la canción («líneas borrosas» en inglés) se referiría al concepto que tienen muchos hombres del «no» que quiere decir «sí». Thicke ha respondido a las acusaciones diciendo que esas líneas borrosas son aquellas con las que los hombres dividen a las chicas «buenas» de las «malas». 

Luego está el asunto del vídeo, que muchas mujeres consideran denigrante, al cosificar a unas protagonistas femeninas semidesnudas al lado de hombres elegantemente vestidos. Thicke vuelve defenderse diciendo que los tres señores son hombres felizmente casados y con hijos, y que el vídeo es cosa de otra mujer, Diane Martel. 

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