Por quinto año consecutivo, las salas de cine junto a los productores, distribuidores y el ICAA se han unido para celebrar una nueva edición de la Fiesta del Cine, un acontecimiento único que pone de manifiesto que a la gente le gusta disfrutar de una película en pantalla grande y que el cine se mantiene como un referente de ocio para los españoles. Y es que pocas actividades culturales y de ocio pueden decir que cada año atraen a sus salas más de 80 millones de espectadores, que si bien es verdad que hubo épocas pasadas mejores, también es verdad que el cine en sala sigue al frente del ocio en nuestro país.
En este contexto, hace cinco años decidimos seguir el modelo francés, referente en muchos aspectos cinematográficos, e implantar la primera Fiesta del Cine. Una iniciativa que cada año ha ido superando sus resultados y que, tras diversas modificaciones en fechas, mecánicas, etcétera, ha roto todos los pronósticos en 2013.
La Fiesta del Cine no solo quiere servir de homenaje o premio a todos aquellos espectadores que cada semana visitan las salas de cine para ver una película, sino que además este año nos planteamos el reto de llegar a toda esa gente que, por diversas razones, ha dejado de ir progresivamente a las salas de cine.
Con los resultados provisionales, podemos decir que hemos superado el reto, que la Fiesta del Cine ha logrado su objetivo, que no es otro que la gente vuelva a sentir las sensaciones de ver una película en la pantalla grande, lo que supone ir al cine desde el momento en que llamas a tus amigos, familia o pareja hasta que caen los títulos de crédito y compartes sensaciones con la persona de la butaca de al lado. En definitiva, ir a una sala a disfrutar de una película es una experiencia completa de ocio, social y cultural.
El hecho de que 1.800.000 personas hayan solicitado la acreditación para participar en la Fiesta del Cine habla del poder de atracción que mantiene la pantalla grande sobre los espectadores, y cómo a través de una promoción atractiva se puede llegar a llenar las salas durante tres días consecutivos. La Fiesta del Cine es un acontecimiento excepcional y limitado a un periodo corto de tiempo, no siendo sostenible su mantenimiento en el largo plazo. Porque, más allá de números, lo que busca es contribuir modestamente a la recuperación del hábito de ver las películas en el lugar natural y donde desde el primer momento de su creación se piensa en que sea disfrutada por los espectadores, la sala de cine.
La gran aceptación que ha tenido esta edición nos hará reflexionar como industria, y seguro que podremos extraer conclusiones muy interesantes para seguir fomentando la asistencia a salas. Los espectadores nos han mostrado todo su apoyo en esta iniciativa, y ahora nos toca ser capaces de mantener vivas esas ganas, ese hambre y esa ilusión de la gente por ver películas en pantalla grande.
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