Dieta mediterránea made in Holanda. Eso es lo que propone Jaap Korteweg, más conocido como el carnicero vegetariano y dueño de una empresa del mismo nombre afincada en La Haya. Hamburguesas, albóndigas y pechugas de pollo producidas exclusivamente a partir de legumbres y hortalizas, pero que imitan el sabor de la carne de procedencia animal.
«El sabor no se puede distinguir del de la carne real», explica orgulloso Korteweg en una entrevista para la web Cukmi.
Octava generación de agricultores, llevaba años experimentando para lograr su objetivo, pero no fue hasta 2010 cuando lanzó su negocio y puso en el mercado toda una gama de productos cárnicos 100% vegetales.
«Empezamos un 4 de octubre de 2010, el Día del Animal. Me crié en una granja y sabía qué sucedía allí con los animales. Primero me hice vegetariano, pero los sustitutos de la carne que se vendían no me atraían, no eran siquiera una sombra de lo real», afirma.
Korteweg presume de haber conseguido lo que parecía imposible: «carne deliciosa» sin tener que sacrificar animales, y muy sana, hecha a partir de legumbres y hortalizas. «Logramos un análogo de la carne 100% vegano, más jugosa que la carne de pollo, más tierna que la de cerdo y sin daños colaterales», añade satisfecho.
Quien quiera probar sus brochetas de pollo vegetarianas, sus albóndigas, la panceta, el kebab o sus famosas hamburguesas puede hacerlo en cualquiera de los 500 establecimientos que comercializan estos productos en Holanda, o en otros países como Reino Unido, Estados Unidos, Finlandia, Bélgica o Canadá, donde el carnicero vegetariano también vende su atípica carne.
De momento, eso sí, el interesado tendrá que rascarse el bolsillo porque el precio de la carne 100% vegetal es bastante superior al de la convencional. «Estamos en una primera etapa y nuestros costos son todavía muy altos», explica Korteweg. que anima a los escépticos a probarla. «Hacemos un producto delicioso para convencer a los consumidores de carne de que en el futuro podrán prescindir de los productos animales».
Quienes ya han probado la oferta culinaria del carnicero vegetariano coinciden en que la pechuga de pollo tiene un sabor muy cercano al original. Otros productos, en cambio, no se parecen tanto «pero siguen siendo muy buenos», aseguran.
Los productores de carne, sin embargo, no se muestran tan entusiastas: «Todo el mundo sabe que no hay carne en eso. No debería ser llamado pollo o hamburguesa, sino que debería tener un nombre diferente porque induce a error», argumenta Joe Goebbels, presidente de la Organización Holandesa para la Carne Vacuna, en declaraciones a Afp.
Pese a las críticas, Korteweg está dispuesto a conquistar el mercado. ¿Se animan a probar?
es muy placentero saber que se estan preocupando por frenar el holocausto animal de todos los dias. por esas matanzas de animales indefensos.es muy bueno saber que algunas personas ya no ven a los animales como una vil mercancia. como algo que esta hecho para consumir con total indiferencia.
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