29 junio 2012

Titan tiene un océano subterráneo.



La búsqueda de agua en nuestro Sistema Solar ha sido siempre uno de los principales objetivos de la exploración espacial. El último hallazgo se ha producido en Titán, la mayor luna de Saturno. Según se recoge en un estudio publicado hoy en Science, los datos recabados por la sonda espacial Cassini muestran que Titán alberga un océano de agua líquida. 

Este descubrimiento es particularmente interesante para los científicos, pues creen que Titán se parece bastante a cómo debía ser la Tierra primitiva, cuando comenzó a surgir la vida. Su estudio puede aportar, por tanto, valiosa información sobre cómo ha ido evolucionando nuestro planeta. 


«La presencia de agua no implica que exista vida, pero es difícil pensar que haya vida sin agua», afirma Luciano Iess, autor principal de este estudio. «Titán es un objeto único en el Sistema Solar. Probablemente se trata del cuerpo celeste más parecido a la Tierra. Sabemos que tiene una densa atmósfera rica en metano, lagos de hidrocarburos y un ciclo basado en hidrocarburos líquidos. Sabíamos ya que tenía una capa exterior compuesta sobre todo de agua helada.

 Ahora hemos descubierto que también tiene abundante agua en estado líquido. Se trata de un dato muy interesante para los astrobiólogos», añade el investigador de la universidad italiana de La Sapienza, en Roma, a través de un correo electrónico. 



Los científicos han deducido la presencia del océano de agua líquida a partir de las mediciones del campo gravitatorio realizadas por el orbitador Cassini durante los vuelos que realizó entre 2006 y 2011. La manera en la que se deforma el interior de Titán sugiere que se debe a la acción de un océano subterráneo. 
«Se trata de un único océano bajo la superficie helada. Todo lo que hay bajo la corteza es agua. Nuestras mediciones no aportan información sobre la profundidad del océano. Puede tener 10 kilómetros, 100 o incluso más», señala. 

El viaje de la nave espacial Cassini-Huygens, un exitoso proyecto conjunto de la NASA, la Agencia Espacial Europea (ESA) y la italiana (ASI), comenzó en 1997. Cuando se separó del orbitador Cassini, Huygens penetró en la atmósfera de Titán. Se posó sobre su superficie en 2005, proporcionado imágenes e información muy valiosa sobre el sistema planetario de Saturno. 


Luciano Iess comenzó a trabajar en la misión de Cassini en 2001, cuando la nave se encontraba en pleno viaje hacia Saturno y dos años antes de que la sonda llevara a cabo una serie de pruebas para ratificar la Teoría de la Relatividad de Einstein. Durante su periplo hacia Saturno y sus lunas, la misión Cassini-Huygens tomó también imágenes de Júpiter a decenas de miles de kilómetros de distancia y del asteroide 2685 Masursky. En total tardó siete años en recorrer los aproximadamente 1.200 millones de kilómetros que separan Titán de la Tierra. 

La sonda Cassini también ha encontrado evidencias de agua en el polo sur de Encélado, una de las más de 60 lunas de Saturno. Los científicos detectaron géiseres que emiten vapor de agua, partículas de hielo y componentes orgánicos. Este hallazgo también podría ser un indicio de que en esta luna es posible algún tipo de vida microbiana. 

Encélado

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