A partir de las nueve empiezan a llegar las caras conocidas. Para ellas es la puerta 57. Una de las primeras en dejarse ver es la hermana del Rey padre, Margarita, que también acudió al concierto de AC/DC.
Le sigue de cerca la modelo Nieves Álvarez. Y no mucho más tarde, Pilar Rubio, la pareja de Sergio Ramos, entra en coche justo antes de que el telonero, Leiva, suba al escenario. A eso de las siete, cientos de fans se agolpan en largas colas para acceder al recinto. Padres con carritos, adolescentes y muchos mayores de 60 esperan para poder escuchar a la banda. "Vengo desde Vigo y me ha costado 300 euros.
Hasta me he pedido dos días en el trabajo", asegura un chico de 25 años que se ha presentado con su padre. "Le hace más ilusión a él que a mí", dice. No lejos, decenas de personas rondan en las puertas de acceso al estadio con carteles ofreciendo entradas. "Las vendo al mismo precio". Y se las quitan de las manos.
"No me ha dado tiempo ni a ponerme el cartel con lo que cuestan", comenta un señor al que le sobran tres. "Zapato cómodo y pañuelo a lo Rambo, hoy morimos en el césped", dice eufórico otro de los que hoy se han disfrazado para la ocasión: rockeros que sacan la lengua desde el estómago.
Pero no todo es alegría. Varios grupos de personas se tienen que dar la vuelta en los tornos, sus entradas no las lee el sistema. "Las hemos comprado en Carrefour y ahora nos dicen que no podemos pasar, que están buscando el error. Esto es una estafa", comentan.
"No sólo es perder la entrada, es el billete en AVE, el parking". Para éstos, a la espera de que se solucione el problema, un consuelo. Los bares de Concha Espina se han llenado de gente que pretende escuchar a los Rolling desde ahí. El ambiente empieza en la calle.
No hay comentarios:
Publicar un comentario