06 enero 2014

Los libros que se aproximan


Un sabroso crimen pasional y una «distopía» futurista con brujas. Son las dos novelas que prometen causar sensación en Gran Bretaña en el 2014, precedidas de ese runrún mediático que ha colocado a las dos autoras, Natalie Young (Season to Taste) y Sally Green (Bad Half), en el exagerado papel de sucesoras de E.L. James y J.K. Rolling. 

Arrancamos con Natalie Young, 37 años, que se dedicaba a hacer reseñas literarias en The Times antes de dar el salto con We all Ran into the Sun y de catapultar ahora el género del chic noir hasta cotas nunca imaginadas con su segunda novela, inspirada directamente por su traumático divorcio… 

Natalie Young se mete en la piel de su protagonista, Lizzie, en Una temporada para saborear, que arranca con las misteriosa desaparición del marido, Jacob. Pronto sabremos que el cadáver del esposo, previamente seccionado en 16 pedazos, reposa en su nevera. 

Y día tras día se lo va comiendo, aderezado con sal y pimienta, con guarnición de vegetales o patatas, en una rigurosa dieta caníbal y siguiendo un principio así de simple: «Come, caga, duerme» (en irónico homenaje al «Come, reza, ama» de la norteamericana Elizabeth Gilbert). 


Young admite que la novela, escrita en clave lacónica y satírica, puede resultar «repulsiva» si el lector no es capaz de digerir el humor negro. «No es una historia sangrienta, sino de una reflexión sobre la traumática experiencia de la ruptura de un matrimonio, vista desde la perspectiva de las mujeres, que suelen ser quienes más dan y las que más surfren». 

«Para los hombres suele ser fácil pasar a la siguiente relación sin un período de pérdida», se explica la autora, en declaraciones al The Daily Mail. «Para las mujeres suele ser más complicado, y mi protagonista decide canalizar esos sentimientos hacia el canibalismo, convirtiéndolo en una experiencia artística». 

La protagonista, Lizzie, se gana la vida como cocinera, y algunos han querido ver en ella un trasunto de la chef Nigella Lawson, comiéndose a su «ex» Charles Saatchi por todos los tormentos de su matrimonio. Young reconocer sin embargo que la cocinera es su alter ego, y que en ella ha volcado inconscientemente la frustración de la ruptura con su marido, Peter, con quien estuvo casada 10 años y con quien comparte dos hijos. 

«Peter la ha encontrado divertido: ha buscado pedazos de sí mismo en Jacob y ha aceptado la broma», asegura la escritora. «Lo cierto es que nunca podría habérmelo comido, teniendo cerca a mis hijos. Pero he de reconocer que en ciertos momentos de la ruptura sentí una tendencia agresiva, y creo que todos la tenemos. En el fondo, no somos tan distintos de los animales, por mucho que disimulemos». 


De modo que Natalie Young, que ya tuvo buenas críticas con su primera novela corta, fue sumergiéndose en la escritura de su grueso novelón, como mandan los cánones, hasta perder a rato la noción de la realidad: «Dejaba a mis hijos en el colegio y me ponía a escribir de una manera compulsiva, entrando en contacto con una parte inconsciente y molesta de mí misma, eso que llamamos nuestra parte oscura». 

Y ahora damos un salto vertiginoso en la imaginación y en el tiempo, y viajamos a un Londres futurista, donde un niño llamado Nathan vive en un mundo poblado por brujas negras y brujas blancas, invisibles para la mayoría de los mortales y divididas por el odio mutuo. 

Nathan lleva en sus venas sangre de los dos mundos y se debate entre su «mitad buena» y su «mitad mala». Las brujas de uno y otro color se disputan al pequeño y lo persiguen a todas las horas, convencidas de que en sus misteriosos poderes está la llave de todas las respuestas… 

La novela se titula Bad Half (La mala mitad) y hará por las brujas lo mismo que JK Rowling ha hecho por los magos y que Stephenie Meyer ha logrado con los vampiros, o al menos eso esperan los editores. La autora es otra británica de 52 años, Sally Green, vecina de Warrington, que estudió para geóloga, trabajó como contable y no se sentó realmente a escribir hasta hace tres años, tras un curso de literatura creativa.

Green acaba de firmar un supercontrato de 1,2 millones de euros con Penguin, su libro se publicará simultáneamente la próxima primavera en 36 países y la Fox ha adquirido ya los derechos para la película, con Karen Rosenfet (la artífice de la saga de Crepúsculo) imaginando ya ese mundo paralelo, poblado de escobas voladoras. 

«Yo misma soy la primera sorprendida: nunca imaginé que pudiera acabar siquiera la novela y mucho menos que alguien querría publicarla», reconoce con la humildad de escritora novel Sally Green, que empezó a rumiar la idea hace 11 años, tras tener a su hijo. Algo cambió en su cabeza tras el nacimiento del niño y gracias a su renuncia a la rutina. Hasta 2002 trabajó como administradora en una pequeña empresa y nunca tuvo mayores ambiciones. 

Sin excesivas esperanzas, mandó el manuscrito a los agentes literarios Rogers, Coleridge & White. Claire Wilson, que trabaja en la agencia, lo eligió un buen día entre los 200 originales «no solicitados» que llegan todos los meses a la oficina. Y el resto es un cuento de hadas (perdón, de brujas) que echó a volar por sí mismo. 
El mundo concebido por Sally Green toma como punto de partida la Gran Bretaña contemporánea, aunque tiene un componente muy oscuro de «distopía» futurista, apto para adolescentes y adultos. «Es como 1984 con brujas», asegura Ben Horslen, director de Puffin, el brazo editorial de Penguin. 

«Es Gran Bretaña como podría ser hoy, pero con una sociedad secreta de brujas viviendo entre nosotros, aunque no lo sepamos». El editor destaca también la rabiosa actualidad del trasfondo social, del racismo a los odios políticos, pasando por la ubicuidad de los sistemas de vigilancia masiva… «Green es capaz de crear un mundo alimentado por la constante sospecha».

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