En Curitiba, una localidad brasileña una cámara de tráfico pudo grabar un espeluznante accidente. Un conductor circuló durante la friolera de seis kilómetros con el cadáver de un ciclista que había atropellado incrustado en el parabrisas de su coche.
El hombre que evidentemente conducía bajo los efectos del alcohol no paró su vehículo hasta que un motorista se cruzó en su camino para obligarle a que parara en un arcén.
La policía llegó en pocos minutos y detuvieron al conductor al que evidentemente se le acusa de homicidio involuntario. Os dejo el vídeo para que lo comprobéis con vuestros propios ojos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario